Probióticos y Prebióticos

¿Qué son los probióticos y prebióticos?

Vamos a comenzar diferenciando entre los probióticos y prebióticos.

Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se toman en cantidades apropiadas pueden ser beneficiosos para la salud.

Son bacterias o levaduras presentes principalmente en productos lácteos, medicamentos o suplementos dietéticos.

En cambio, los prebióticos son componentes que el organismos no puede digerir, pero tienen un efecto fisiológico en el intestino al estimular de manera selectiva el crecimiento y la actividad de las bacterias beneficiosas (bifidobacterias y lactobacilos)

En resumen, un probiótico es un organismo vivo y un prebiótico son las sustancias necesarias para que los microorganismos estén vivos.

Los probióticos no pueden estar presentes en la cosmética porque los procesos de análisis de calidad para su elaboración destruyen las posibles bacterias no teniendo efecto.

Sin embargo, los prebióticos sí pueden encontrarse en las cremas porque estimulan una microbiota existente en el tejido, regenerando la flora natural de la piel y facilitando el equilibrio en los tejidos.

Beneficios de los probióticos y prebióticos en la piel

Aún se necesita una mayor investigación para conocer los verdaderos beneficios de su uso en la cosmética.

Al ser administrados por vía oral ambos han demostrado tener eficacia en la prevención de enfermedades, donde la barrera cutánea esta alterada, ayudando a la curación de heridas o la dermatitis atópica.

Expertos señalan que el aporte oral de lactobacillus (probiótico) durante las dos últimas semanas de embarazo y los primeros 3 meses de vida, disminuye hasta un 24% la incidencia de dermatitis atópica.

En el caso de aportar prebióticos de forma oral, la reducción puede llegar hasta el 32%.

Reforzar la barrera cutánea

La piel es el órgano más grande del cuerpo, el que nos protege del exterior.

Para mantener una piel suave, elástica y flexible, que haga frente a las agresiones internas y externas, debemos mantener un nivel de hidratación adecuado y reforzar la barrera cutánea.

Cuando esta alterada no protege, no puede hacer frente a los agentes externos y como resultado obtenemos una piel deshidratada y sensible.

Factores externos como el estrés, la exposición al sol, la contaminación e incluso los medicamentos, pueden alterar la microflora de la piel y las bacterias malas, causando:

  • Enrojecimiento
  • Sequedad
  • Piel sensible
  • Dermatitis atópica.

Consejos para mejorar la barrera cutánea

• Evitar limpiadores que generen espuma, preferir limpiadores suaves con pH ácido.

• Mantener un nivel de hidratación apropiado.

• Evitar tónicos con alcohol.

• Usar cremas hidratantes con efecto humectante. 

• Aplicar emolientes como la Manteca de Karité pura.

• Consumir pescados ricos en ácidos grasos como el salmón, la trucha y el atún.

• Frutas y verduras frescas, disminuyen el daño oxidativo de la radiación y otros factores externos.

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Refuerza la protección de la piel estimulando las células y acelerando el proceso natural de curación.

“Vuelve a lo Sano, Vuelve a lo Natural”